Un avión de caza (también llamado avión de combate), o simplemente caza,[1] es una aeronave militar diseñada fundamentalmente para el combate aéreo con otras aeronaves, en oposición a los bombarderos, que están diseñados principalmente para atacar objetivos terrestres mediante el lanzamiento de bombas. Los cazas son pequeños, veloces y de gran maniobrabilidad. Muchos cazas poseen capacidades secundarias de ataque a tierra, y algunos son de doble propósito para actuar como cazabombarderos; el término ‘caza’ a veces también es usado coloquialmente para nombrar a los aviones de ataque a tierra.
Los cazas son el principal medio con el cual las fuerzas armadas consiguen la superioridad aérea sobre sus oponentes en batalla. Por lo menos desde la Segunda Guerra Mundial, lograr y mantener la superioridad aérea viene siendo un componente clave a la hora de conseguir la victoria en la guerra, particularmente en una guerra convencional entre ejércitos regulares (no así en una guerra de guerrillas). De este modo, la adquisición, el entrenamiento y el mantenimiento de una flota de cazas representa un parte muy sustancial de los presupuestos de defensa para las fuerzas armadas actuales.
Entre las principales misiones cumplidas por los cazas destacan la patrulla aérea de combate (CAP) y la interceptación de aeronaves enemigas. Cuando el enfrentamiento entre aviones de caza se produce a corta distancia, recibe el nombre de dogfight o combate cerrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario